Nada existe de forma aislada. Cada recurso que utilizamos es parte de un ecosistema de responsabilidad social y medioambiental. En 2021, trabajamos con Voice For Nature Foundation para investigar e identificar a tres organizaciones locales de Oaxaca con las cuales aliarnos para impulsar tres de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Nos enfocamos en Acción por el Clima (Objetivo de Desarrollo Sostenible #13) e hicimos una alianza con Isla Urbana, una organización no gubernamental con sede en la Ciudad de México dedicada a impulsar la sostenibilidad del agua en México a través de la cosecha de agua de lluvia. De acuerdo con Naciones Unidas, el mundo enfrentará un déficit en la disponibilidad de agua del 40% en 2030. La escasez de agua es un problema creciente, que demanda acciones urgentes en toda la república mexicana.
Juntos, decidimos sumar esfuerzos apoyando al equipo de Isla Urbana con la instalación de cuatro sistemas para cosechar agua de lluvia en comunidades remotas del municipio de San José Tenango, Oaxaca. Esto permitió a la organización alcanzar los objetivos que tenía establecidos para ese estado del sur en 2021.
La travesía para la instalación de los sistemas se desarrolló a lo largo de cinco días a principios de diciembre de 2021. Un equipo de cinco personas emprendió un viaje que implicó caminos sinuosos, largas caminatas, comidas caseras y, por supuesto, el arduo trabajo de instalación de los sistemas de recolección de agua pluvial. Finalmente, el equipo instaló dos sistemas con un potencial de cosecha de 135,000 litros de agua anuales. Además, el equipo de Isla Urbana entrenó a los miembros de la comunidad en el cuidado y el mantenimiento de los sistemas.
A continuación, Renata Fenton, cofundadora de Isla Urbana, nos comparte extractos del diario de expedición que ella misma escribió a lo largo del viaje.
Martes, 30 de Noviembre
El equipo salió hacia la comunidad de Génova donde se instalaría el primer sistema. Los materiales tuvieron que ser desempacados y reempacados, pero ahora en una forma más simple, ya que el equipo debía caminar un largo trecho para llegar al lugar de la instalación. El grupo fue conducido en un transporte algo apretado durante tres horas hasta la comunidad de Sitio Iglesia, ubicada en las faldas de una zona montañosa. Ahí fue donde comenzó la caminata. Los miembros de la comunidad esperaron al equipo para ayudarlo a transportar el equipo cuesta arriba hasta Génova. Maribel, el equipo de Isla Urbana y los miembros de la comunidad tardaron tres horas en alcanzar su destino en lo alto de la sierra.
El equipo llegó a Génova donde fue recibido por otros miembros de la comunidad. El mismo día, el equipo realizó el mantenimiento de los más de 20 sistemas existentes y ofreció sesiones de entrenamiento y talleres sobre la importancia de la primera descarga* en el centro de la comunidad. El equipo, algo extenuado por las labores, se dividió en varios grupos. Varias familias de la comunidad ofrecieron comida y café tradicional a cada grupo. Una de estas familias estaba compuesta por Roberto y Francisca, una pareja de la tercera edad que adoptó a su grupo como propio. La instalación en casa de Cutberto iniciaría al siguiente día.
Miércoles, 1 de Diciembre
Los equipos llegaron hasta el lugar de la instalación y la familia entera se encontraba ahí: niños, abuelos y otros miembros. Un grupo instaló el tanque de geomembrana mientras que otro colocó las válvulas desviadoras para primeras descargas** y las canaletas. Las personas de la comunidad se encargaron de mantener bien alimentado al equipo durante todo el día con delicias de la localidad y mucho pollo, todo un lujo en esta zona. En la noche, hubo fiesta en casa de Cutberto con tamales de tesmole y las charlas de dos líderes locales. Ellos estaban muy agradecidos por las aportaciones monetarias que hicieron posible la instalación de los sistemas de recolección de agua y entusiasmados por poder continuar la colaboración. Este sistema tiene un potencial de recolección de 135,000 litros de agua por año.
Jueves, 2 de Diciembre
Temprano por la mañana, el equipo de Isla Urbana comenzó la caminata de regreso. Mientras dejaban la comunidad pudieron ver en lo alto de la montaña a Francisca, quien los saludaba desde lejos. Ella sonreía y saludaba, y las personas del equipo pensaban cuánto iban a extrañar a sus nuevos abuelos mazatecos. Más tarde, después de una caminata “más rápida” cuesta abajo, el equipo fue recogido en Sitio Iglesia por el hermano de Maribel para ser llevado hasta el pueblo de San José Tenango. Los materiales fueron preparados nuevamente para el siguiente día. El equipo tuvo la fortuna de poder disfrutar de un buen baño con jicarazos de agua caliente preparada por Maribel y de una deliciosa cena en la casa de los papás de la chica. Ahí durmieron cómodamente.
Sábado, 4 de Diciembre
El equipo salió hacia Peinecillo con los primeros rayos de sol. Esta comunidad también se encuentra bastante lejos de la carretera. El grupo fue conducido en una Van hasta las afueras de Rancho Pineda, donde se reunirían con los residentes locales, quienes les ayudarían a transportar los materiales hasta la comunidad. Los habitantes de Rancho Pineda estaban emocionados porque recién habían concluido un tramo de carretera que se acercaba 500 metros más a la comunidad. Saturnino, el técnico local, estaba esperando ansioso al final de este camino. El sistema sería instalado en su casa. Nuestro equipo comenzó el largo recorrido a pie, subiendo y bajando a través de la espesa maleza y el terreno seco y pedregoso, deteniéndose de vez en cuando para tomar agua o comer una lima de algún árbol cercano. La pieza más pesada es la malla de metal que rodea al tanque de agua; el yerno de Saturnino fue el encargado de transportarla y de guiar al equipo.
El equipo caminó cuidadosamente cargando consigo sus mochilas y herramientas. Saturnino y otros miembros de la comunidad se llevaron la mayor parte de los materiales para la instalación el siguiente día. Después de cuatro horas de camino cuesta arriba, el panorama que tenían ante sus ojos cambió radicalmente: desde lo alto tenían una vista hermosa del verde valle y las aguas cristalinas de la presa Miguel Alemán que se ubica a lo lejos.
Saturnino’s rainwater harvesting potencial 135,000 liters per year
Domingo, 5 de Diciembre
Algunos detalles finales de la nueva instalación fueron concluidos el día siguiente después de un fabuloso desayuno con caldo de pollo y tortillas hechas a mano. El grupo comenzó el descenso alrededor de las 11 de la mañana hacia otra área de Rancho Pineda, donde dio mantenimiento a otros sistemas, ofreció sesiones de entrenamiento e instaló nuevas válvulas desviadoras para primeras descargas o Tlaloquitos. A las 4 de la tarde, reanudaron la caminata hasta el camino para regresar a San José Tenango antes de las 8 de la noche.
*En los sistemas de recolección de agua pluvial, la primera descarga trae consigo sedimentos y algunos otros contaminantes. Esta primera descarga pasa por una válvula de separación que permite que la siguiente descarga esté completamente limpia.
** Las válvulas desviadoras para primeras descargas (first flush diverters) separan y capturan los primeros milímetros de agua colectada que suele tener sedimentos.