El estado de Oaxaca está compuesto por ocho regiones, cada una con sus propios rituales, lenguas y cultura. Decir “comida oaxaqueña”, “ingredientes oaxaqueños” o “cultura oaxaqueña” es evocar un rico ecosistema cultural y de biodiversidad. Sin embargo, existe tal armonía y respeto entre sus pueblos indígenas que, a la vez que celebran fervientemente su singularidad y sus diferencias, hacen gala de un increíble sentido de unidad, algo cada vez más raro en nuestro mundo.
Cada año, durante julio, los pueblos indígenas de Oaxaca se reúnen para celebrar la Guelaguetza, palabra zapoteca que significa compartir o regalar. En esta celebración, cada pueblo sube al escenario para compartir sus tradiciones ante un auditorio de lugareños y visitantes quienes las reciben como un regalo de la cultura oaxaqueña unificada. Este significado se extiende a todas las facetas de la vida oaxaqueña. Comer, beber, visitar los lugares y alojarse en el centro de la ciudad de Oaxaca es participar en el espíritu de generosidad comunitaria en el que un regalo de la naturaleza es un regalo para ella misma.
Más que cercana y querida por nuestros corazones, Oaxaca es nuestro hogar. Nuestra guía Perdidos en Oaxaca está interconectada por el respeto a las prácticas conscientes, la independencia, la solidaridad y un inquebrantable tributo a la madre tierra.
“Cúrate con la luz del sol y los rayos de la luna. Con el sonido del río y la cascada”. – María Sabina, querida curandera y sabia mazateca
Conoce a nuestra editora invitada
Nuestra editora invitada para la guía Perdidos en Oaxaca es la talentosa mixóloga y musa Alexandra Purcaru, fundadora y directora de alimentos y bebidas de Selva Cocktail Bar. Con su talento creativo y profunda reverencia por los ricos ecosistemas culturales y naturales de Oaxaca, Purcaru ofrece una guía verdaderamente inspiradora a los curiosos de la cultura. Galardonada recientemente con los reconocimientos Michelín y Estrella Verde por el trabajo que realiza en Los Danzantes, Alexandra te invita a explorar Oaxaca con todos tus sentidos, saboreando cada imagen, cada olor, cada sabor y cada sensación que encuentres en tus viajes.
COMER | BEBER | HOSPEDARSE | VER / APRENDER / JUGAR | COMPRAR | ESTAR EN LA NATURALEZA
Para comer
Los Danzantes
Más que una experiencia gastronómica, es un ritual en el que los ingredientes de temporada no son sólo un eslogan. Si estos no se cultivan en su huerto o se obtienen conscientemente de un socio local, no entran en el menú. Su entorno escultural invita a cenar despacio y a disfrutar de un coctel elegante antes o después de la cena en Selva, el bar situado en el segundo piso.
Labo Fermento
Si buscas algo un poco diferente para el paladar, Labo Fermento se especializa en fermentos de todo tipo decantándose, sobre todo, hacia sabores y tradiciones asiáticas. Siéntate con tus amigos en su patio interior para disfrutar de una hermosa comida de estilo comunitario, acompañada de vinos naturales e incluso kombuchas y tepaches caseros. Compra víveres, como miso en conserva, garum y otros productos caseros para llevar a tu cocina.
Empanadas del Carmen Alto / Tacos del Carmen
Comida callejera informal ubicada en una tranquila esquina y servida siempre con una sonrisa, tanto para disfrutar bajo los rayos del sol como para satisfacer los antojos nocturnos. Pide empanadas o memelas, que son como tacos abiertos hechos con masa súper fresca e ingredientes que van desde sabrosas carnes hasta opciones vegetarianas como setas y flores de calabaza.
Madre
El dúo conformado por el matrimonio Nancy y Claudia prepara las recetas de herencia yucateca que ambas extrañan de las cocinas de sus madres. En Madre, una taquería de estilo informal, se sirven platillos clásicos con influencia maya, como la cochinita pibil, aunque con un toque oaxaqueño. En pocas palabras, Madre es una oda a las madres y, en particular, a las “mujeres taqueras”.
Casa Leonora
Entre su nuevo restaurante, situado en una de las terrazas del Centro, la selección de vinos naturales, las experiencias musicales y los cocteles creativos, Casa Leonora es un ejemplo de clase. Ponte en la lista para disfrutar de burbujas y ostras en este escenario donde Nueva York se mimetiza con Oaxaca.
Cobarde
Con un asiento de primera fila en la calle más animada del Centro de Oaxaca, la terraza de Cobarde ofrece un menú basado en una sana obsesión por la cocina oriental y el eterno respeto por los ingredientes oaxaqueños, el mezcal y la tradición.
Crudo
La adoración por los ingredientes oaxaqueños y la disciplina de las técnicas japonesas hacen de Crudo una experiencia Omakase única. Reserva una sala privada y disfruta de las conversaciones individuales con el chef Ricardo Arrellano sobre esta sinfonía de tradiciones. Además, los detalles de diseño del sitio, como los bolsos tejidos a mano en la parte trasera de cada asiento, que sustituyen los usuales ganchos para colocar tus pertenencias, producen una experiencia súper especial.
Onnno
Panes gourmet hechos con carbón activado, esta lonchería es famosa por sus sándwiches y su arquitectura utilitaria no tradicional. Su encantador patio interior es el lugar perfecto para encontrarse con amigos o, bien, puedes tan solo acercarte a su ventanilla de comida para llevar.
Alfonsina
En el rústico patio trasero de su casa familiar, los olores ancestrales del fuego y la leña se esparcen por los aires mientras Doña Elvia, la madre, y Jorge, el hijo, preparan un menú de cinco platos con los ingredientes que esa misma mañana compraron a los agricultores locales en la Central de Abastos. Sus platos caseros celebran tanto a la matriarca de la familia como a la madre tierra y los abundantes regalos que encontramos en cada región biodiversa de Oaxaca.
Origen
Una oda a los agricultores y productores locales, basada en los fundamentos de las prácticas sostenibles y éticas, Origen hace honor a su nombre pues se enfoca en los orígenes de los ingredientes que hacen posible su cocina. Disfruta de los platillos elaborados con hierbas, setas, especias y verduras de la región maridados con coloridos cocteles, todo ello bajo el abrigo de una impresionante mansión de estilo colonial.
Casa Oaxaca
Una institución local y una experiencia que estimula todos los sentidos. Casa Oaxaca es una casa colonial llena de luz, con asientos en la terraza y vistas a la parte más tranquila de la Catedral de Santo Domingo, en el Centro de la ciudad. Nos encanta la delicada elaboración de cada plato, que puede incluir moles, una variedad de chiles, proteínas –entre ellas, insectos–, hierbas y flores comestibles.
Levadura De Olla
La chef Thalía Barrios comparte sus preciados secretos de casa y con ellos escribe una carta de amor a su hogar ancestral en la región de la Sierra Sur de Oaxaca. Levadura de Olla se caracteriza por el uso de técnicas y métodos que se han transmitido de generación en generación y la utilización de ingredientes a base de maíz cultivado en el pueblo de San Mateo Yucutindoó. Nuestra sección favorita del menú, dedicada a los “platos ceremoniales”, hace que la comida sea aún más comunitaria, recurriendo a la memoria y a la familia.
Bodæga
Mitad panadería, mitad laboratorio biológico. Bodæga estudia, planta, cultiva y produce el trigo endémico de Oaxaca que se emplea en todos sus apetecibles productos de panadería. Dado que recursos como el agua son cada vez más escasos en los áridos valles de Oaxaca, aprovechar al máximo su cosecha anual es tanto un acto de fe como una buena gestión de la tierra.
Tierra del Sol
Un espacio basado en la dignificación del buen comer, lo que se manifiesta a través de la devoción al maíz endémico, los chiles y una variedad de moles, Tierra del Sol es, al mismo tiempo, panadería y atolería (de atole, una suculenta bebida a base de maíz) dirigida por la chef mixteca Olga Cabrera. Disfruta de una tarde o una noche en su terraza con vistas al jardín botánico y saborea las especialidades que las mujeres del lugar preparan en el comal de adobe como tetelas, picaditas, memelas y huaraches.
Mercados
Explora los mercados de Oaxaca haciendo paradas en tu viaje culinario. Además del festín visual, los mercados de Oaxaca, como el Mercado 20 de Noviembre, el Mercado Benito Juárez, el Mercado Sánchez Pascua y el Mercado La Cosecha, te introducirán en la extraordinaria gastronomía cotidiana de Oaxaca con platillos como moles, tlayudas, memelas, aguas frescas y más.
Para beber
La Cantinita
Si un bar fuera una película de cine negro, se llamaría La Cantinita. Situado al interior del Hotel Sin Nombre, el humo que baila entre luces rojas de neón, sonidos de jazz y conversaciones atenuadas llenan el aire junto con aromas de cítricos, hierbas y cocteles elaborados a base de mezcal.
Selva
Visceralmente ecléctico, Selva te invita a vivir una experiencia multisensorial con cocteles creativos elaborados a partir de la diversidad y riqueza de los ingredientes de temporada originarios de Oaxaca y los destilados de agave, bebidas que inspiran conversaciones sobre el legado, la cultura y el terruño. No tengas miedo de ponerte elegante, cena en Los Danzantes y luego pásate a los cocteles en Selva, preparados por la famosa mixóloga, fundadora y musa, Alexandra Purcaru.
Sabina Sabe
Este sitio lleva el nombre de la querida sabia mazateca, María Sabina, quien se expresaba a través de los saberes de la tierra. La barra trasera está repleta de mezcal local sin etiquetas, así como de marcas conocidas de todas las denominaciones. Este lugar nos recuerda el dicho local: “Para todo mal, mezcal. Para todo mal, también”. Básicamente, el mezcal lo cura todo, lo malo y lo bueno. Los bartenders invitados elaboran cocteles con ingredientes locales que se maridan con bocados originales.
Bocaflor
Situado dentro de la boutique Marchanta, podrás comprar coloridos tejidos contemporáneos procedentes, principalmente, de Perú y después tomar un sabroso coctel en este pequeño bar. Bocaflor también ofrece bebidas sin alcohol, como café y fermentos caseros, entre ellos, kombucha y kéfir, para refrescar tu paladar después de todo el maravilloso mezcal que probarás.
Floreria Macarena
Los aromas florales se mantienen en el ambiente cuando esta floristería de día se convierte casualmente en un bar de cocteles por la noche. Florería Macarena es un punto de encuentro para eventos y talleres comunitarios, es pequeña y venerada por los lugareños.
Leonora
Leonora, la hermana mayor del restaurante Casa Leonora, recientemente inaugurado en el Centro, tiene un aire más de bar-cafetería de barrio, con sorpredentes texturas aterciopeladas, barra de palazzo y muros de color rosa yucateco. Su ubicación fuera del Centro te permite descansar del bullicioso ajetreo de la ciudad mientras brindas con una variedad de cocteles y vinos naturales en un entorno diferente.
Dónde hospedarse
Otro
Otro Hotel combina lo mejor de dos mundos: un entorno histórico y comodidades contemporáneas. Una fusión de estilo brutalista y materiales tradicionales te conducirá a través de las áreas comunes que te dejarán con la boca abierta. La piscina de la terraza con vistas a la catedral, los aromas del restaurante estilo open-fire y el estanque subterráneo donde se respira la misma tranquilidad de los cenotes, nos inspiran a regresar aquí cada fin de semana.
Sin Nombre
Con una visión propia de la magnificencia, Sin Nombre evoca los espaciosos patios interiores del norte de África y Marruecos, al tiempo que hace un hermoso guiño a la cultura afromexicana de la Costa Chica oaxaqueña a través del recorrido fotográfico que se exhibe en los muros del hotel y las habitaciones.
Boulenc B&B
Tras el éxito de su restaurante y panadería, Boulenc abrió su propio bed & breakfast y una tienda de comestibles para que, literalmente, nunca tengas que irte.
Grana B&B
Las generosas amenidades, entre ellas, el desayuno mexicano completo, el servicio de café y té durante todo el día y el yoga matutino, hacen que Grana se sienta como un retiro que se adapta a tu ritmo de viaje. En el corazón de la casona hay una impresionante cocina comunal abierta donde las mujeres locales preparan delicias tradicionales como mole, tortillas hechas a mano y chocolate caliente que te recuerdan que en Oaxaca, la comida es amor.
Casa Mosca
Inspirando y dejándose inspirar por sus residentes artistas y huéspedes creativos, Casa Mosca ofrece un santuario para inventar. Rediseñada con impresionantes jardines brutalistas, esta casa perteneciente a artistas, colabora con La Clínica y Cuen Gallery para atraer nueva energía.
Pugseal
Hotel de arte que rinde homenaje a la cultura y los símbolos zapotecas. Con cada uno de los rincones que resultan inspiradores, desde las paredes decoradas con murales y los nichos de trabajo hasta las escaleras en espiral, las propiedades de Pugseal han encontrado la combinación perfecta entre comodidad y cultura.
Quinta Real
La más clásica entre las opciones clásicas, con una extensa finca y hermosos jardines. Quinta Real es fiel al estilo colonial español que se ve en todo México, donde los largos corredores de piedra y los arcos proporcionan una agradable protección contra el sol oaxaqueño.
Casa Antonieta
Un apapacho de lugar, eso es, un espacio que se siente como un abrazo dulce y reconfortante. Todo es muy relajado aquí, desde los sencillos tejidos de las habitaciones hasta las abundantes plantas tropicales, así como sus largas mesas compartidas para trabajar o tomar un delicioso café. Su bar en la terraza, Amá, con una carta de vinos exclusivamente mexicanos, tiene una sobria arquitectura de ladrillo expuesto para permitir que las puestas de sol oaxaqueñas, siempre llenas de nubes, se roben la escena.
Para ver, aprender y jugar
Jardin Botanico realizado por el Arquitecto Luis Zarate
Originalmente un jardín sólo para los frailes de la iglesia, este sitio se ha convertido en un proyecto de resilvestración que tiene por objetivo mostrar la rica biodiversidad vegetal de Oaxaca, sus climas, y su valor cultural en la vida del estado. El jardín etnobotánico alberga más de 1,200 especies autóctonas de las 8 regiones de Oaxaca. Se requieren visitas guiadas, por lo que hay que reservar con antelación. Muchas instituciones oaxaqueñas dan prioridad a las visitas guiadas para escolares, porque la comunidad es lo primero, y nosotros estamos de acuerdo.
Centro Fotográfico Manuel Alvarez Bravo
Fundada por el renombrado artista oaxaqueño Francisco Toledo, esta institución es un tesoro cultural en Oaxaca. Dedicado a preservar el rico patrimonio fotográfico de México, el centro refleja el profundo compromiso de Toledo con las artes y su visión de fomentar la creatividad a través de la fotografía, por lo que es una visita obligada para los entusiastas del arte y la historia por igual.
Tlacochahuaya
Conocida como la “Capilla Sixtina zapoteca” de Oaxaca, esta iglesia situada a sólo 30 minutos del Centro de la ciudad es una fusión de arte indígena y colonial y una muestra del estilo barroco oaxaqueño.
Centro Cultural de San Agustin
Enclavado en el pueblo de Etla, a sólo 40 minutos en coche de la ciudad de Oaxaca, este encantador complejo compuesto por ladrillos de terracota se encuentra al interior de una antigua fábrica de papel. Actualmente alberga exposiciones internacionales, un programa de residencias artísticas y talleres para la comunidad local. Fundado por el emblemático artista y pintor Francisco Toledo, el Centro Cultural es una visita obligada para los amantes del arte. Mientras te adentras en Etla, no pierdas de vista los acogedores bed & breakfasts que irás encontrando a lo largo del camino del pueblo, lugares perfectos para relajarte después del paseo. En todos ellos hay frescos patios con sombra donde se bebe mezcal y se ofrecen nueces especiadas y tlayudas tradicionales.
Para comprar
Al igual que ocurre con la comida, en Oaxaca hay mucho donde comprar. Algunos de nuestros hallazgos más preciados los hemos encontrado en una tienda a la que entramos por azar o en un puesto del mercado que nos llamó la atención. Y muchas de nuestras compras favoritas provienen de los talleres artesanales fuera del centro de la ciudad. Nuestra guía te ofrece algunas ideas para empezar, pero te recomendamos pasear con los ojos bien abiertos.
Los talleres de artesanos fuera de la ciudad
Esta es, sin duda, nuestra forma predilecta de conocer y comprar productos artesanales. Si tienes tiempo, programa un recorrido especial para ver lo que te interesa: velas artesanales, el pueblo textil de Teotitlán del Valle, cerámica de barro negro o rojo, alebrijes…
Marchanta
Marchanta ofrece arte ponible de México, Perú y la India verdaderamente elegante. La mayoría de las piezas muestran las tradiciones artesanales textiles y siluetas femeninas. Cuando hayas terminado esta sesión de terapia de compras, siéntate en su pequeño bar y tómate un refrescante coctel de agave o un café expreso.
Cooperativa 1050º
Hay muchos (muchísimos) lugares para comprar cerámica en Oaxaca. Lo que distingue a la Cooperativa 1050º es que se trata de una tienda dirigida por artesanos de siete comunidades de Oaxaca, Puebla y Chiapas que llevan a la práctica el diseño social y participativo para mantener la cerámica como una tradición que dialoga con lo contemporáneo. Aquí encontrarás hermosas piezas de uso cotidiano con un carácter entrañable que adquirirán una pátina especial conforme más los uses.
Mercado artesanal Huizache
Este lugar es una tienda todo en uno ideal para echar un vistazo a los muchos tipos de arte y artesanía por los que Oaxaca es conocida, como plata, alebrijes, cerámica, textiles creados meticulosamente y mucho más. Además, la calidad de los artículos es muy buena.
Tienda Q
Una boutique con una extraordinaria curaduría de ropa, accesorios y arte-objetos de artistas mexicanos contemporáneos. Aquí encontrarás prendas de vestir de estilo ligero, materiales de calidad, piezas de joyería únicas, huaraches de diseño y un espacio abierto.
La tienda de Boulenc
Justo al lado de la panadería-restaurante-bed & breakfast Boulenc, encontrarás una pequeña tienda de víveres. Desde cerámica y velas artesanales hasta una pequeña selección de productos y vino, pasando por su deliciosa salsa macha, esta pequeña tienda tiene algo que cautiva la imaginación (o el paladar) de cualquiera.
Para estar en la naturaleza
San Jose del Pacifico
Las montañas son una metáfora de protección. Para llegar a este poblado, situado a 2,500 metros sobre el nivel del mar, alquila un coche y embárcate en un viaje que te adentrará en las formas ancestrales de vida en esta selva tropical conocida como Sierra Sur. Esta zona está abierta a los viajeros en busca de aventuras tranquilas como recolectar flora única, caminar entre las espesas nieblas que cortan la visibilidad en su deber de enfriar la tierra y purificar temazcales o contemplar épicas noches de estrellas.
Mitla
A las afueras de la ciudad de Oaxaca, accesible en taxi o autobús, el antiguo yacimiento zapoteca de Mitla ofrece una evidencia de la historia prehispánica de la región. Conocida por sus intrincados mosaicos geométricos y su rico patrimonio espiritual, esta ciudad sagrada invita a los viajeros curiosos a explorar las ruinas y túneles que dieron forma a esta joya cultural antes de la colonización española.
Monte Alban
Un lugar perfecto para observar las nubes. A sólo 30 minutos en taxi desde el centro de Oaxaca, esta antigua meseta está rodeada de montañas con impresionantes vistas del valle. Monte Albán, capital y centro ceremonial del pueblo zapoteca conocido en algún tiempo como Cerro del Jaguar, es un patrimonio de la humanidad declarado por la UNESCO. El lugar fue habitado por distintos pueblos indígenas, entre ellos, olmecas, zapotecas y mixtecas que dejaron estructuras, pirámides, cerámicas e incluso murales similares a los de Teotihuacán, cerca de la Ciudad de México.
Hierve el Agua
Gracias a sus cascadas petrificadas, formadas a lo largo de miles de años por los manantiales ricos en minerales que se deslizan por los acantilados de travertino, Hierve el Agua es una auténtica maravilla natural. Estas estalactitas extrovertidas forman surrealistas “cascadas heladas” que contrastan con el paisaje árido de los alrededores. Si rentas coche, visita este lugar al amanecer y disfruta de unas vistas impresionantes y sin aglomeraciones desde las piscinas ubicadas en la parte superior del terreno.